TALLER DE CREATIVIDAD

La creatividad en los niños va unida estrechamente a la imaginación.
Son cosas distintas, la creatividad es el proceso de presentar un problema en la mente con claridad (ya sea imaginándolo, visualizándolo, suponiéndolo, meditando, contemplando, etc.) y luego originar o inventar una idea, concepto según líneas nuevas o no convencionales. Supone estudio y reflexión más que acción.
La imaginación, en cambio, es la capacidad cognitiva de representar mentalmente cosas que existen o no.
En el taller de creatividad estudiamos el tema que nos ocupa, ayudamos a imaginar algo concreto, a proyectar un trabajo con ideas más o menos innovadoras y a llevarlo a cabo.
Muchos niños empiezan los talleres diciendo que no ven nada, que no saben cómo enfrentarse a un papel en blanco. Llama la atención el hecho de que la mayoría de estos niños que comienzan aburriéndose o temblando cara a una actividad propuesta son los que posteriormente más ideas tienen y se involucran en el trabajo de una forma sorprendente. Probablemente, y es una conclusión muy personal, estos niños son como botellas de "champán": una vez consigues sacar el corcho, la espuma se desborda por el gas que contiene.
Suelo evitar atascamientos mentales de los niños preparando material motivante y dando unas pautas mínimas de trabajo, como presentar en el papel una forma en la que tienen que encontrar un dibujo dentro o recortes de partes de la cara para que realicen un collage libre con una temática concreta.
(Taller de "monstruos" con la técnica de collage.
Etién, 8 años nos cuenta su monstruo: qué come, dónde vive y si da mucho miedo...)
Los trabajos grupales pueden resultar, de entrada, menos creativos. Esto no tiene por qué ser así. El trabajo con sinestesias, por ejemplo, es un buen trabajo que potencia la creatividad. Murales plásticos que conectas con sonidos estudiando los ritmos, texturas, etc.
(En el taller "mural-musical" realizamos esta experiencia de forma satisfactoria. Incluimos el movimiento, los niños cambiaban de lugar y pintaban en sitios donde otros habían pintado ya, de cara a que fuese un mural común pero partiendo de forma individual de grafismos desarrollados por otros. Un mural-musical es un trabajo común en el que, de forma individual, se trabaja por partes escuchando sonidos e interpretando gráficamente).
Dejando al niño libre pero con pautas, para que el miedo no limite la creación, se consigue un proceso largo e íntimo de creatividad.

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